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Probablemente sea esta fotografía o bien las ruinas de Fayet (donde la congregación tuvo una escuela apostólica hasta 1903 y donde el P. Matthias Legrand estaba todavía durante la guerra junto con algunos postulantes) la que describe el P. Ducamp cuando dice:
"En Fayet no quedaba piedra sobre piedra... sólo un débil muro del portal, que se veía de nuestra altura, y algunos pedazos de la acera permitían adivinar que antes hubo construcciones en ese lugar" (Ducamp, Le P. Dehon et son œuvre, p. 492)
En sus notas sobre la guerra en San Quintín, el P. Dehon dice respecto a Fayet:
"Durante aquel tiempo ¿qué sucedía en Fayet? El P. Mattias ha tenido su buena parte de pruebas. Su casa ha sido constantemente invadida. Sus provisiones desaparecían, se quemaba... sus tablas, sus barreras. Ha podido conservar su capilla. Un día, sin embargo, ésa iba a ser un almacén de trigo. El señor alcalde se lo había señalado a los ocupantes, pero nosotros fuimos rápidamente a la autoridad militar por medio del P. Raymond y la capilla se salvó...
El P. Compte estaba allí, haciendo las veces de párroco. Las circunstancias ayudaban y tuvo pleno éxito. Casi toda la parroquia volvió a la práctica religiosa. El maestro cantaba en la misa; el adjunto le asistía. El mismo alcalde se dejaba ver en las grandes fiestas. Un vecino de St. Clément se obstinaba, sin embargo, en trabajar en su huerta toda la jornada del domingo... si pudiera ver ahora su tan cuidada huerta. El P. Matthias perdió a su hermano, el Señor párroco de Urvillers, y obtuvo, no sin pena, el permiso para ir a los funerales. Yo iba a Fayet cada quince días. Me daban un pase. Iba a pie, no había coches en San Quintín. Los últimos meses, ya no tenía el pase... Nuestros estudiantes de Fayet tenían pases para venir a las clases a San Quintín. Se prestaban esos famosos pasaportes, los soldados de turno no veían nada y así las relaciones entre los estudiantes eran frecuentes.
Al final, todo Fayet fue evacuado. Las pobres entes no pudieron llevarse más que una pequeña maleta, se les llevó a coger el tren en Vermand y en Beaurevoir. Se vio pasar al P. Matthias y a las religiosas hacia la estación... Sólo varios meses después supe que les habían evacuado hacia Noyon y como los alemanes se retiraron pronto de Noyon, el buen P. Matthias, sorprendido por encontrarse en un país libre, fue a buscar pías consolaciones en Lisieux, en el Carmelo".
(AD Inv.-Nr. 0067600, no publicado). |
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