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"He pasado dos días en la ciudad mártir…es un espectáculo horrible. La impresión me ha hecho desvanecerme. No he visto nunca nada igual en mi vida, a excepción quizá de Messina tras la destrucción. Es un amasijo de ruinas negras y tristes. No queda un cristal, un mueble, un canalón. Llueve en las casas, se caen… Y nuestra bella catedral, sus volutas, sus vidrieras, sus altares, con las columnas perforadas, minadas! Esta gente que regresa, ¿tendrá un poco de razón y de fe?" (NQT XLIII/1919, 99ss.). ... |
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