|
El escolástico Paul Crépin en una carta de la guerra al P. Dehon: "Reverendísimo Padre,... No encontramos aquí ninguna trinchera sino únicamente agujeros de obús llenos de agua, en un célebre bosque donde no queda nada más que algún que otro miserable tronco que los obuses no han querido arrancar. A nuestro alrededor nada más que devastación: no puedo descubrir más de dos metros que no hayan sido destrozados; cadáveres ya viejos que me siento en el deber de enterrar...” (28.1.1918) ... |
|
|
|