Conflicto - mas

La seriedad de un adulto requerida por la fotografía contemporánea está en fuerte contraste con los rasgos juveniles del joven Dehon; es una de las primeras fotografías de Dehon que tenemos. Quizá es la misma que menciona en sus notas: "Tenía 16 años. Todavía hoy conservo una de mis fotografías hecha en el período en Hazebrouck." (NHV I/30v).
 
Después de haber superado los exámenes de bachiller en Douai (17.8.59) el adiós a Hazebrouck se vislumbra: "Tenía que abandonar aquella tierra de fe. Tomé conmigo los más preciosos tesoros: el gusto y el hábito de la piedad, celo por las obras, una fe totalmente iluminada, amistades fieles, muchos felices recuerdos, y suficiente conocimiento de mi vocación." (NHV I/30v)
 
Mirando el rostro del joven León uno no podría pensar que era capaz de iniciar exactamente en esta época un conflicto con sus padres, que sería fuerte, largo y lleno de grandes consecuencias para todos. El hijo se atrevió a oponer su decisión por el sacerdocio a los sueños de su padre de una carrera civil, llena de prosperidad, reputación y éxitos: "Después de unos pocos días de vacaciones, hablé a mi padre y mi madre sobre mi vocación. Aunque ellos lo sospechaban, les cayó como un rayo fulminante desde el cielo... Finalmente él rechazó totalmente mi proyecto. Pedí permiso para ir a St. Sulpice. Él dijo que nunca me lo permitiría... Se decidió que me prepararía para el instituto politécnico." (NHV I/31r f.)
 
Hoy sabemos que este conflicto durará muchos años. Y el fruto de este largo conflicto es un itinerario y una personalidad, como la que conocemos hoy día de Dehon: sus estudios en París, su educación cultural, sus grandes viajes, al igual que sus estudios, todas esas experiencias que formarán la personalidad de L. Dehon nunca se hubiesen realizado si su padre simplemente hubiese dicho "Sí".Yves Ledure nos da una lectura más profunda de este argumento: "Para realizar su deseo, León tuvo que ir contra los deseos de su padre. El proyecto dehoniano que se revelará gradualmente en su complejidad, empezó con un acto inicial de desobediencia. El rechazo de León de someterse a su padre abrió el camino para la obediencia a Dios que será la actitud de fondo de la espiritualidad dehoniana." (Yves Ledure, Pequeña vida de L. Dehon, p. 22)