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Es casi una sorpresa para el mismo Dehon poder constatar, poco tiempo después de su llegada a San Quintín (noviembre 1871), en una carta a su amigo Palustre:
"Finalmente tras tanto tiempo estoy en la obra y totalmente instalado. He entrado en el ministerio activo mucho mejor de cuanto esperaba" (Carta del 8 de enero de 1872). Caracterizada por la situación y la práctica pastoral de la época, he aquí la descripción de los primeros "éxitos" pastorales en contacto con los niños y enfermos:
"Cada día es ocasión de consolación. Las conversiones tardías de los agonizantes, las relaciones francas y espontáneas con los niños borran en parte la tristeza causada por la apatía y la inmoralidad de las masas" (ibid.).
Estas son las experiencias pastorales que más impresionan a León Dehon en sus primeros meses de actividad pastoral. Bien pronto toda la correspondencia (con los padres, Palustre, P. Freyd) está dominada por su compromiso a favor del patronato S. José (para los niños) y los círculos católicos obreros (para los adolescentes). Así con mucho entusiasmo escribe una carta a uno de sus colaboradores en S. Quintín, el señor Julien, presentando su experiencia en el Congreso de las Actividades Obreras del 1873 en Nantes:
"Gentil y excelente amigo, No puedo expresarle toda la alegría que he sentido interviniendo en este Congreso. No había asistido nunca a una así noble y santa asamblea desde el Concilio a esta parte ... El señor Harmel de Val des Bois nos ha encantado describiendo las maravillas de su fábrica, convertida en un extraordinario hogar de vida cristiana. Nos ha mostrado claramente con hechos en la mano la solución del problema de la santificación de la fábrica. Mientras el Congreso se apresuraba a decidir la publicación de las relaciones en miles de copias, por mi parte tomaba la resolución de ir a visitar Val des Bois y contaba con usted para que me acompañase " (Carta del 28.08.1873). Pero en la misma carta no olvida de dirigirse a "sus" jóvenes:"Diga a nuestros muchachos y a nuestros jóvenes que no los olvido. Yo vivo aquí sólo por ellos. ¡Me preparo a dar a la obra de S. José un nuevo impulso de alegría y de piedad! Procuraré nuevos juegos y espero tener pronto los fusiles más dignos de su ardor guerrero. Llevaré nuevas insignias para nuestros jefes de sección y en Lourdes haré buena provisión de medallas para todos" (ibid.). |
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